Es un juguete que se elaboraba de madera con forma cónica a la cual se le insertaba una púa (punta metálica) en en el extremo agudo. Se emplea un guaral (cuerda) para enrollar desde el extremo agudo hasta la mitad más ancha del trompo, luego la punta del guaral que queda se da vuelta a uno de los dedos y se lanza con fuerza tratando de dejar el guaral amarrado al dedo.

En todas partes de Venezuela se juega al trompo. Los niños especialmente hacen sus "troyas" (el trazado de un espacio circular en el piso de tierra) para servir de lugar donde se escenificarán interesantes contiendas.

Hay muchas formas de jugar el trompo, nos cuenta Héctor Olivar que para jugar la troya, en principio,  hay que hacer unos círculos concéntricos donde los participantes "pican" (lanzan el trompo) y el que quede mas cerca del círculo central será el primero en y el que lance más lejos del centro será quien debe "acostar" su trompo dentro del círculo. 

Luego se trazan unas lineas rectas a 3, 6 o 10 metros (dependiendo de la edad de los participantes) y el resto de los jugadores debe lanzar su trompo e intentar sacar el trompo acostado en el círculo, para llevarlo a la línea que se ha trazado.

El juego consiste en sacarlo del círculo, llevarlo a la línea y traerlo nuevamente al círculo. Cuando un jugador falla, debe cambiar el trompo acostado por el suyo. Pero si falla y queda el trompo bailando puede arrastrarlo con el guaral o tomarlo en la mano y darle un toque.

Cuando el trompo es llevado nuevamente al círculo inicial el último que falla debe llevar su trompo  a la zona de castigo donde todos los jugadores le darán 3, 4 o 5 (según lo acordado) "amapoles" o golpes de trompo.