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AHÍ VIENE EL COCO... HUY QUE MIEDO...

Con frecuencia la vida nos presenta dificultades,ocircunstancias que están fuera de nuestro control, y sentido de seguridad. Como padres, madres, maestros o en la comunidad en general, es un poco difícil transitar la incertidumbre y pensar ¿Cuál es la mejor manera de actuar cuando el futuro se torna impredecible? Lógicamente sentimos miedo, y el miedo no tiene edad. Los grandes,  pero también los más pequeños se sienten amenazados y es bueno darse cuenta de ello.


El miedo es una genuina emoción que nos alerta y nos prepara para una acción inmediata (huir o atacar). El temor es más bien aprendido,  a través de la socialización y sin darnos cuenta,  vamos aprendiendo a  sentir temor a ciertas cosas bien sea, por imitación,  por  ver que ocurrió a otro, o por experimentar las consecuencias de algo inesperado. El temor se aprende, se instala y pone en marcha toda una serie de mecanismos que le ayudan a perpetuarse. Ahora bien,  así como aprendemos a sentirlo, también tenemos la capacidad para usar, consciente y voluntariamente, nuestros recursos a favor de reducirlo, o mantenerlo en su justa medida.


Es muy interesante, pero a menudo manejamos nuestras emociones de la misma manera como lo hicieron con nosotros, si nos decían que llorar era de débiles, pues aprendimos a no llorar y nos disgustará mucho que nuestro hijo o hija llore. De niños aprendimos intuitivamente que algunos sentimientos son inaceptables y es mejor no comunicarlos, dejamos nuestros propios sentimientos de lado y les ocultamos, tanto que llegamos a olvidar que existen. Tal vez por eso, es tan difícil poder contener y canalizar las emociones como la ira y el miedo en nuestros chicos.


Les invito a mirar la siguiente presentación, dirigida a los más pequeños, pero también a esos niños asustados que viven ocultos en cada uno de nosotros “los grandes”, como una forma de comprender  y manejar nuestros propios sentimientos, lo que nos ayudará a sentirnos mejor con nosotros mismos y a la vez a ser un buen ejemplo, enseñando a los niños y niñas  que es completamente posible y correcto experimentartoda clase de sentimientos y encontrar un camino para sentirse fuerte, amado  y valioso en medio de ellos.

Rosa Aura Figueroa Meza

Caracas, 19 de Marzo de 2014

“Todo niño es un artista: Porque todo niño cree ciegamente en su propio talento. La razón es que no tienen ningún miedo a equivocarse… Hasta que el sistema les va enseñando poco a poco que el error existe y que deben avergonzarse de él.”
Ken Robinson

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